¿Qué certificaciones necesitamos?

Las certificaciones FSC (https://es.fsc.org/es-es) y PEFC (https://www.pefc.es/) son entidades independientes que se encargan de gestionar sellos de calidad que garantizarán la proveniencia de las maderas de explotaciones forestales sostenibles. Ambas certificaciones tienen principios similares en los que prima el respeto no solo por el medio ambiente y los bosques en particular, sino que además vigilan también criterios a nivel socioeconómico y de derechos de los trabajadores. 

La certificación FSC establece 10 principios fundamentales que sirven a modo de guía:

  • Principio 1: Cumplimiento de las leyes – cumplir todas las leyes, reglamentos, tratados, convenciones y acuerdos.
  • Principio 2: Derechos de los trabajadores y condiciones de empleo – mantener o mejorar el bienestar social y económico de los trabajadores.
  • Principio 3: Derechos de los pueblos indígenas –identificar y respaldar los derechos de los pueblos indígenas de propiedad y uso de la tierra y sus recursos.
  • Principio 4: Relaciones con las comunidades – mantener o mejorar el bienestar social y económico de las comunidades locales.
  • Principio 5: Beneficios del bosque – mantener o mejorar los beneficios económicos, sociales y ambientales a largo plazo provenientes del bosque.
  • Principio 6: Valores e impactos ambientales – mantener o restaurar el ecosistema, su biodiversidad, recursos y paisajes.
  • Principio 7: Planificación de la gestión – contar con un plan de gestión implementado, monitorizado y documentado.
  • Principio 8: Monitorización y evaluación – demostrar el progreso hacia el cumplimiento de los objetivos de la gestión.
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  • Principio 9: Altos valores de conservación – mantener o mejorar los atributos que definen ese tipo de bosques.
  • Principio 10: Plantaciones – planificar y gestionar las plantaciones conforme a los Principios y Criterios de FSC.

(*Principios extraídos directamente de: https://es.fsc.org/es-es/certificacin/los-principios-y-criterios-del-fsc/los-diez-principios)

Pero el trabajo no termina aquí, ya que ambas entidades insisten en la necesidad de controlar lo que en la PEFC llaman “Cadena de Custodia”. Dicha cadena comenzaría revisando todo el proceso de almacenamiento y transporte de la madera, para evitar que se mezcle con maderas que no tengan la certificación y que de este modo garantice que ciertamente estas maderas son las portadoras legítimas del sello de calidad.

Para conseguir la certificación, en PEFC indican una serie de pasos que se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. La propiedad solicita la certificación
  2. La entidad certificadora demanda la documentación necesaria y envía un cuestionario previo a la auditoría.
  3. Visita del auditor forestal. AUDITORÍA.
  4. Si el informe no es favorable, se pueden corregir las irregularidades y obtener una segunda visita en forma de auditoría extraordinaria.
  5. Si el informe es FAVORABLE, se emite el Certificado de Gestión Forestal Sostenible
  6. La empresa debe asimismo obtener el Certificado de Cadena de Custodia
  7. El consumidor final obtiene su producto certificado.

Dicha certificación, suele tener una validez de 5 años, durante los cuales se establecerán auditorías anuales para comprobar que se siguen cumpliendo con los estándares. De esta manera, es como se puede establecer un control sobre las explotaciones de nuestros bosques para cuidar los distintos ecosistemas. 

Por último, nos gustaría adjuntar los motivos por los que, desde PEFC, es necesario certificarse en Gestión Forestal Sostenible:

  • Es la única prueba independiente de que el bosque está siendo gestionado según prácticas adaptadas social, económica y medioambientalmente a las condiciones locales
  • Una Gestión Forestal Sostenible supone ventajas ambientales como reducción de riesgo ante incendios y plagas, contribución a la mitigación del cambio climático, conservación de la biodiversidad, y de recursos como el agua y el suelo…
  • Promueve la conservación y mejora de las masas forestales.
  • Una adecuada Gestión Forestal, proporciona beneficios económicos derivados de la mejora de la productividad y de la racionalización del proceso de explotación y aprovechamiento forestal.
  • Supone un aumento de los posibles mercados receptores de madera, puesto que las empresas e industrias forestales que también estén certificadas demandarán materias primas
  • El cumplimiento de la legislación forestal hace que la Administración mantenga una posición amigable hacia el gestor forestal. Además, los planes de gestión asociados a la certificación, suponen una reducción de posibles infracciones por parte del propietario.
  • Los montes, además de producir madera, producen pastos, resinas, corcho, leña; todos estos productos se traducen en beneficios para las personas, generación de empleo y, en definitiva, bienestar social.
  • El cuidado del entorno permite el desarrollo de las poblaciones rurales, así como nuevas formas de ocio relacionadas con el disfrute de la naturaleza.
  • Consolida y mejora la imagen positiva del bosque y de los productos forestales como una materia prima natural, ecológica y renovable