Los electrodomésticos de bajo consumo son aquellos que consiguen la mayor eficiencia energética para su funcionamiento. Es decir, que cumplen a la perfección su labor, utilizando la menor energía posible.

Es por ello que tienen todas las ventajas que conlleva el gastar menos energía, entre las cuales se encuentran:
- Menor impacto Medio ambiental.
- Reducción de la factura energética. Es lógico, menos consumo, menos gasto.
- Mayor durabilidad del electrodoméstico. Al no precisar tanta energía, el desgaste de los componentes es menor, y por lo tanto hace que tengan una vida útil más larga.
Dicha etiqueta incluirá la siguiente escala:

Pero… ¿cómo identificamos los electrodomésticos de bajo consumo?
Actualmente, los siguientes electrodomésticos están obligados a llevar la “etiqueta energética” en el momento de su venta o alquiler:
- Frigoríficos y Congeladores.
- Lavadoras.
- Lavavajillas.
- Secadoras.
- Lavadoras – secadoras.
- Fuentes de luz domésticas.
- Horno eléctrico.
Tal y como figura en la pirámide de colores de la imagen, cuanto más arriba se sitúe nuestro electrodoméstico, más eficiente será y por lo tanto menos energía gastará. La mayor distinción sería la “A+++” que son actualmente los más eficientes, en contraposición de los “D” que serían los que más energía consumen. De este modo, a la hora de elegir un electrodoméstico que nos garantice la mejor eficiencia energética, sin duda el “A+++” va a ser nuestro mejor aliado.
Pero no solo ahorramos luz utilizando este tipo de electrodomésticos. En el caso de lavadoras y lavavajillas, la reducción del gasto de agua es también notable. En el caso de los lavavajillas, los consideraremos eficientes si requieren menos de 10 litros por lavado. En las lavadoras de 5 Kg deberían consumir menos de 44 litros de agua por lavado, y en las de 7 Kg por debajo de 47 litros.
En Cocinas Ecológicas, empleamos siempre electrodomésticos con una alta eficiencia energética, debido a nuestro compromiso con el medio ambiente no podría ser de otra manera, además de que a la larga, la reducción en la factura compensará el mayor gasto inicial del aparato. Por tanto, si con el tiempo compensamos el mayor precio y estamos colaborando con la preservación de la naturaleza, ¿qué excusa queda para no utilizar un electrodoméstico de bajo consumo? Ninguna.