Electrodomésticos de bajo consumo

Los electrodomésticos de bajo consumo son aquellos que consiguen la mayor eficiencia energética para su funcionamiento. Es decir, que cumplen a la perfección su labor, utilizando la menor energía posible.

Es por ello que tienen todas las ventajas que conlleva el gastar menos energía, entre las cuales se encuentran:

  1. Menor impacto Medio ambiental.
  2. Reducción de la factura energética. Es lógico, menos consumo, menos gasto.
  3. Mayor durabilidad del electrodoméstico. Al no precisar tanta energía, el desgaste de los componentes es menor, y por lo tanto hace que tengan una vida útil más larga.

Dicha etiqueta incluirá la siguiente escala:

Pero… ¿cómo identificamos los electrodomésticos de bajo consumo?

Actualmente, los siguientes electrodomésticos están obligados a llevar la “etiqueta energética” en el momento de su venta o alquiler: 

  • Frigoríficos y Congeladores.
  • Lavadoras.
  • Lavavajillas.
  • Secadoras.
  • Lavadoras – secadoras.
  • Fuentes de luz domésticas.
  • Horno eléctrico.

Tal y como figura en la pirámide de colores de la imagen, cuanto más arriba se sitúe nuestro electrodoméstico, más eficiente será y por lo tanto menos energía gastará. La mayor distinción sería la “A+++” que son actualmente los más eficientes, en contraposición de los “D” que serían los que más energía consumen. De este modo, a la hora de elegir un electrodoméstico que nos garantice la mejor eficiencia energética, sin duda el “A+++” va a ser nuestro mejor aliado.

Pero no solo ahorramos luz utilizando este tipo de electrodomésticos. En el caso de lavadoras y lavavajillas, la reducción del gasto de agua es también notable. En el caso de los lavavajillas, los consideraremos eficientes si requieren menos de 10 litros por lavado. En las lavadoras de 5 Kg deberían consumir menos de 44 litros de agua por lavado, y en las de 7 Kg por debajo de 47 litros.

En Cocinas Ecológicas, empleamos siempre electrodomésticos con una alta eficiencia energética, debido a nuestro compromiso con el medio ambiente no podría ser de otra manera, además de que a la larga, la reducción en la factura compensará el mayor gasto inicial del aparato. Por tanto, si con el tiempo compensamos el mayor precio y estamos colaborando con la preservación de la naturaleza, ¿qué excusa queda para no utilizar un electrodoméstico de bajo consumo? Ninguna.